18 oficiales de las Fuerzas Aéreas Portuguesas prepararon un entrenamiento de confraternización para los jugadores lusos. Un teniente coronel de las FAP fue el encargado de pasar revista.
Los futbolistas de Carlos Queiroz se ataviaron para la ocasión con uniformes militares y pintaron sus caras para crear una atmósfera acorde con el entrenamiento.
Estrategia, autocontrol, trabajo en equipo... cualidades que Queiroz quiso potenciar con este entrenamiento y que hacen mucha falta en un combinado nacional plagado de estrellas.
Los militares dividieron a los jugadores en bandos diferentes para conseguir 'conquistar' el centro del campo sin ser eliminados por el equipo rival.
Después de la recepción del teniente coronel de las FAP, llegó el turno de un exigente cabo que no tardó en apretar las tuercas a los jugadores lusos al más puro estilo castrense.
Cristiano conoce como nadie el campo de batalla y ha trazado una estrategia de combate para llevar a su selección a lo más alto en Sudáfrica. La cuenta atrás ha comenzado.
Como en toda batalla hubo vencedores y vencidos. El grupo liderado por Deco y Simao se impuso a los Cristiano, Nani y compañía.
Cristiano y Nani, que compartieron grupo, abatidos sobre el césped del Estadio Municipal Santos de Covilha.
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